SEXUALIDAD SANA
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define
la salud sexual o sexualidad sana como “la aptitud para disfrutar de la
actividad sexual y reproductiva, amoldándose a criterios de ética social y
personal”. Relacionado con la ausencia de trastornos orgánicos, de enfermedades
y deficiencias que entorpezcan la actividad sexual y reproductiva.
Uno de los factores psicológicos que va íntimamente ligado a la
sexualidad es la autoestima, que
incluye la mejora de la autoimagen y la afirmación de la personalidad e
identidad. Es la valoración positiva que la persona tiene de sí misma, sin
juicio destructivo alguno. Cuando podemos entender que no podemos dar lo que no
tenemos, se inicia el proceso de cambio para centrar nuestro amor y la
aceptación en nosotros mismos primero, y después darlo a los demás.
La autoestima va asociada al respeto hacia uno
mismo y hacia el otro, a la aceptación del propio cuerpo, al autoconocimiento,
a la asertividad (habilidad para expresar y comunicar), al amor propio y a la
responsabilidad, promoviendo la autenticidad y la libertad, estableciendo
límites y espacios para la expresión sexual y reproductiva. Todo ello,
regulando la actividad reproductiva de acuerdo a deseos y proyectos personales:
el uso de métodos anticonceptivos para evitar embarazos no deseados,
infecciones de transmisión sexual y evadir presiones.
Es básico, tener la capacidad para aprender y enriquecerse,
rescatando de cada encuentro y experiencia algo positivo. Indagar más acerca de
la sexualidad, leer al respecto, consultar a profesionales, poner
atención a aquellos lugares más ocultos de uno mismo, a la forma de sentirse…
Enriqueciendo así, la propia sexualidad y fomentando mejores relaciones.
Educar en el amor
Una sexualidad
plena implica la apertura de los sentidos y propicia la naturalidad, el
erotismo y la sensualidad. Debemos darnos permiso para gozar, tanto en soledad
como en pareja. Una mala sexualidad, en cambio, afecta porque genera culpas,
resentimientos y distanciamientos. Además, deteriora las relaciones y la
autoestima la que a la larga afectará las distintas áreas de la vida.
Una sexualidad sana aporta numerosos beneficios al
organismo. Aumenta la autoestima, proporciona estabilidad emocional, mejora las
relaciones interpersonales, nos sentimos más queridos y atractivos. Además el
estado de relajación que se experimenta después del orgasmo nos produce una
agradable sensación de bienestar que nos hace afrontar nuestros problemas y
preocupaciones de una manera más optimista, reduciendo considerablemente la
ansiedad, el estrés y la tensión acumulada.
Bibliografia:http://juventudpreventiva.blogspot.com/2011/05/la-sexualidad-sana-y-sus-beneficios.html
TENER UNA SEXUALIDAD SANA NO SIGNIFICA
SACRIFICIO, SIGNIFICA SATISFACCIÓN Y PLACER Y
SABER QUE ESTAS HACIENDO LO CORRECTO EDUCA TU
SEXUALIDAD
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